Transiciones en cuarentena: las dificultades de los tratamientos hormonales para personas trans durante la pandemia en Chile

(Santiago de Chile,  9 de agosto de 2020).- La pandemia y el colapso que ha generado en el sistema de salud paralizó una serie de atenciones de diverso nivel, entre ellas acciones en materia de salud sexual y reproductiva. Desde varias organizaciones se ha cuestionado, por ejemplo, lo ocurrido en materia de anticoncepción, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo o terapias de VIH. Asimismo, se han presentado problemas en los tratamientos hormonales para personas transgénero, especialmente para quienes esperaban comenzar este proceso desde marzo en adelante.

Así no solo se está limitando el acceso a salud, también muchas personas se han visto en la necesidad de mutar del sistema público al privado, asumiendo un mayor gasto económico para continuar con sus procesos de transición.

“Se han suspendido las atenciones de nivel secundario, terciario y esto incluye los hospitales respecto de los CTD, los Centros de Tratamiento y Diagnóstico, que es donde por lo general se focalizan los programas de atención a personas transgénero, entonces las horas médicas para endocrinólogos, endocrinólogas, no estaban disponibles y lo que hicieron muchos hospitales es que alargaron las recetas a quienes ya tenían recetas para seguir retirando los medicamentos en la farmacia, pero no estaban dando horas endocrinológicas como tales, entonces eso limita el acceso de las personas que todavía no iniciaban un tratamiento hormonal”, comentó Michel Riquelme, coordinadore ejecutive de Organizando Trans Diversidades (OTD Chile).

Michel Riquelme, coordinadore ejecutive de Organizando Trans Diversidades (OTD). Créditos: OTD.

Michel Riquelme, coordinadore ejecutive de Organizando Trans Diversidades (OTD Chile).

Además, Riquelme comentó que no es correcto que ésta sea la forma en que se está funcionando ante estos procesos, a pesar de que es comprensible que la situación en la que vivimos es una emergencia. “El derecho a la salud debe estar  garantizado en todo momento. Se entiende que estamos en una crisis sanitaria que el Gobierno no ha gestionado para nada bien, pero se debiesen tener más recursos para garantizar eso, por ejemplo con telemedicina para esas prestaciones en las que las personas no necesariamente tienen que ir directo al hospital”, comentó.

La situación es compleja de enfrentar para todos y todas, sin embargo, para quienes no alcanzaron a iniciar sus tratamientos lo es todavía más, ya que las altas expectativas que hay ante por fin iniciar un proceso tan importante como es la transición, quedaron paralizadas o, por el contrario, para continuarse requieren un esfuerzo económico mayor.

Junto a ello también esta suspensión implica una afectación en materia psicológica. “Las personas que no habían iniciado el tratamiento y tenían muchas expectativas de iniciarlo se ven afectadas en términos de salud mental, porque para muchas el tratamiento hormonal es literalmente de supervivencia. Si no tienes una expresión de género adecuada con lo que dice tu documento, por ejemplo, en muchos trabajos no te lo dan, o hay muchas instancias del sistema cisgénero que discriminan a las personas trans por no tener una expresión de género, apariencia física acorde a lo que dice la cédula”, comentó Michel Riquelme.

Además, sobre lo que esta situación deja en evidencia, Riquelme dijo que queda de manifiesto la falta de valoración que hay hacia ciertos derechos por parte de las autoridades: “No tienen conocimiento de todos los padecimientos que sufrimos las poblaciones afectadas por esta falta de recursos para salud sexual y reproductiva, muy poca empatía y también con esta idea de que la salud sexual y reproductiva es algo secundario, que no importa, como si la gente que pedimos estos tratamientos estamos exagerando. Es una postura muy antiderechos”.

La suspensión y aplazamientos que se ha ocasionado en tratamientos hormonales para personas trans lo ha vivido, con no pocos problemas. Gonzalo Sepúlveda,e de 21 años estaba listo para comenzar su tratamiento en marzo, sin embargo, la pandemia modificó todo su plan.

Para aquel mes tenía pactada su hora médica de endocrinología en que le entregarían la receta para comprar su primera dosis de hormonas, pero ante la crisis sanitaria la cita se postergó y jamás se concretó en el Hospital Sótero del Río.

“En el Sótero la doctora me dijo que no podía continuar porque tenía algunos problemas y tenía otros pacientes que llevaban más tiempo, y como yo estaba iniciando y tenía un sostén económico podía irme a otro lado (…) Me dijeron que, si me podía retirar, que cuando todo se normalizara un poco regresara e hiciera el proceso nuevamente. Me dijeron que todo estaba muy escaso”, comentó

Solo hace un mes y medio Gonzalo Sepúlveda logró conseguir su receta, luego de comenzar a ser atendido por una endocrinóloga en la Clínica Las Condes. Sin embargo, con la orden médica en mano tampoco fue mucho lo que pudo avanzar, dado que el stock de la hormona es muy escaso y en los lugares en que está disponible el costo es muy alto: más de 140 mil pesos por dosis.

Recién la próxima semana el joven podrá concretar su primera inyección de tratamiento hormonal de transición.

“Es un costo en que, con un sueldo normal, o un sueldo bajo no alcanza, no se alcanza a comprar las dosis mensuales, yo lo tengo que tomar cada 3, 6 y 12 semanas. Había una farmacia en que la vendían a 200 mil y eso me pareció un robo. Finalmente opté para una farmacia popular para empezar, y es lo que recomiendo que hagan. Mi opción fue en la Farmacia Popular de Recoleta, donde la encontré a 63 mil”, comentó.

Ante tal panorama, Gonzalo ha iniciado diversas actividades para recaudar fondos. A través de sus redes sociales difunde rifas o diversas iniciativas que permitan de alguna forma mitigar el golpe económico que el proceso significa, dado que, a pesar del gasto, es una transición esencial para su vida.

“Esto es super difícil. Yo tenía una expectativa de que ahora ya en agosto iba estar diciendo que iba en mi tercer mes de hormonas, o cuarto mes, ya debería llevar meses porque estaba todo listo y de la nada se me arrebató. Tuve que irme del hospital, buscar otra alternativa, no tuve facilidades, tuve que buscar mucho la hormona, y ahora recién tengo la oportunidad de hormonarme y es duro, porque con el paso de los meses cuando estás tan cerca de lograr algo y te lo arrebatan es muy duro”, indicó.

“Me miro al espejo y digo ya debería ser distinto, he visto gente que a los 4 meses tienen cambios notorios y pensé que iba estar en esa etapa y no lo estoy. Es duro porque aumenta la ansiedad, la disforia, da más pena, tristeza y el círculo cercano no lo entiende, ven que todo está normal porque no lo viven”, complementa Gonzalo Sepúlveda, quien también lamentó que su transición todavía no es del todo aceptada en su círculo cercano.

Así como Gonzalo, son muchos y muchas las personas que han visto un proceso tan importante como la transición pausados por la pandemia. La situación ha generado una serie de perjuicios que por ahora no tienen fecha de término, sino que más bien, y lamentablemente, seguirán sujetos a lo que las autoridades gestionen y la crisis por COVID-19 depare.

 

Escrito por Andrea Bustos, publicado originalmente en Diario U Chile

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