¿Qué son los derechos humanos? Hay diversas respuestas, sin embargo, podemos definirlos como las garantías que deben tener las personas solo por ser quienes son: personas humanas. Estos derechos, que protegen y reconocen la dignidad de todas las personas, deben ser garantizados por el Estado, en nuestro caso por el Estado de Chile, el cual está dividido en tres poderes: Poder Legislativo, que debe hacer leyes, que tengan a la vista, siempre, a todas las personas y que garanticen sus derechos humanos; Poder Judicial, que debe administrar justicia honesta, confiable y eficiente, garantizando Derechos Humanos, y el Poder Ejecutivo, que se encarga de crear y ejecutar políticas públicas garantizando también Derechos Humanos.
¿Qué características tiene los Derechos Humanos? Son varias: La primera de ella, es que son INTRÍNSECOS, en otras palabras, son para todas las personas, sin ninguna distinción. Son IRRENUNCIABLES, es decir, no se pueden traspasar, renunciar o dejar de tenerlos por ninguna circunstancia. Por lo anterior son INALIENABLES, nadie puede quitárnoslos. Son UNIVERSALES, es decir, los tengo aquí y en cualquier parte del mundo. Son INTERDEPENDIENTES, cada uno depende de los otros y si uno no está garantizado, entonces los demás tampoco. Así mismo son INDIVISIBLES, no se pueden separar y garantizar solo uno y los demás dejarse de lado. Son PROGRESIVOS, es decir, cuando logramos el reconocimiento de un derecho más, no pueden derogarse en el futuro, siempre avanzan, y el más avanzado se convierte en estándar internacional como guía para otres. Son IMPRESCRIPTIBLES, es decir, no tienen fecha de caducidad, son para siempre. Son INDEROGABLES, no pueden ser eliminados a menos que sea para mejorarlos y EVOLUCIONAN ampliándose, con el fin abarcar todas las instancias de la vida de las personas.
Los Derechos Humanos, en su característica de ser progresivos, han ido desarrollándose en generaciones, desde derechos básicos a derechos más complejos y que responden a los avances y necesidades de las personas que habitan todos los territorios.
Así es como han surgido en contextos históricos de guerras para garantizar inicialmente los derechos Civiles y Políticos, como una primera generación, han avanzado a los derechos Económicos, Sociales y Culturales que constituyen una segunda generación y los derechos de Solidaridad, que tienen una connotación más comunitaria en la tercera generación. Una cuarta generación de Derechos Humanos asociados al acceso al conocimiento y al uso de tecnologías. Una quinta generación que se enfoca en los grupos históricamente marginados, como por ejemplo las personas trans. Una sexta generación de derechos humanos orientados al desarrollo sostenible y protección del medio ambiente, y una séptima generación de derechos humanos que buscan la paz y el derecho a vivir en un mundo libre de armas de destrucción masiva.
Y surge la pregunta, si existen todas estas categorías y generaciones en los derechos humanos, ¿Entonces, por qué aún, en el mundo, las personas trans, no gozamos de todos estos derechos? la respuesta no es sencilla, porque independientemente que estos derechos deban ser garantizados para todas las personas en cualquier lugar del globo, esto no ocurre sólo porque el Estado deba hacerlo, sino porque para mantener los derechos humanos es necesario que todas las personas los conozcan, exijan y vigilen de todas las formas posibles, en todos los espacios, siempre, sin descanso, ni tregua, porque aunque existan todas estas garantías, seguimos sin poder ir a la escuela tranquiles, porque el derecho a la educación no está garantizado para las infancias trans en el país. Porque mientras la Ley José Matías, la misma que podría salvar vidas de niñeces trans cada año, duerme en el Congreso Nacional, víctima de representantes políticos indolentes, les niñes trans son vulnerades todos los días. Seguimos viendo y viviendo las consecuencias de tener vidas alejadas del conocimiento, de las oportunidades, de la movilidad social. Aún muches no podemos soñar que queremos ser cuando grandes, porque no sabemos si podemos serlo algún día, justamente por no saber qué nos depara el futuro. Aún no podemos tener la certeza de acceder a un trabajo digno, porque no existe el interés de garantizarlo. No podemos acceder a la salud para vivir mejor, acceder a cirugías, hormonas o tratamientos para que nos quiten las siliconas industriales, que por la necesidad de sobrevivir y la falta de conocimientos nos aplicamos. Aún hay personas en Chile que no se les reconoce su identidad de género, como niñes, personas no binarias y personas migrantes. Aún hay personas que no saben si volverán a sus casas al atardecer, porque serán víctimas de crímenes de odio, los cuales están ocurriendo con una frecuencia alarmante, ¡que debería preocupar a todas las autoridades! Estos últimos meses hemos estado lamentando todas las semanas muertes de personas trans y ataques de odio sin precedentes, mientras que por los medios, los discursos de odio se siguen replicando sin regulación alguna. Ni siquiera después de la muerte, el Estado de Chile nos garantiza el derecho a la justicia, porque los representantes del poder judicial siguen aplicando prácticas estructurales de exterminio, anulando condenas y negando la justicia de horrorosos crímenes amparados en el odio. Chile no cumple su obligación de protección, y no solo eso, sino que también tiene representantes que abiertamente abogan por establecer prácticas de exterminio, emitiendo criminales declaraciones que legitiman los crímenes hacia nuestras comunidades, sin ninguna regulación ni sanción.
En el contexto actual, la propuesta constitucional impacta directamente en contra de los Derechos Humanos de todas las personas, en especial de los grupos históricamente oprimidos, los cuales de aprobarse el texto, están en riesgo y a una semana del plebiscito, la invitación es ir a votar a conciencia, pensando en ti y en quienes aún no pueden hacerlo, pero que podrían vivir en un país con menos derechos si se aprueba el texto. Depende de todes, seguir caminando hacia el horizonte común de Derechos Humanos, no depende solo de las organizaciones, o de les activistas, depende de ti. Vota EN CONTRA.
Equipo OTD Chile