Por Jessica Stern, directora ejecutiva de OutRight Action International.
*Cualquier opinión expresada en este artículo de opinión es la del autor y no la de la Fundación Thomson Reuters.
El movimiento anti-género manipula el lenguaje aparentemente feminista para abogar por la exclusión de las personas transgénero.
Es irónico que el artículo de opinión escrito por Angela Wild fuera publicado el 12 de abril, el mismo día en que entró en vigor la prohibición de las personas trans que sirven en las fuerzas armadas de los Estados Unidos. El lenguaje y razonamiento utilizado por Wild hace eco de lo que se usaba para prohibir a las personas trans del ejército y señala el hecho de que grupos como el suyo, “Get the L out“, se alinean con los movimientos que lideran la acusación contra la igualdad de género y las personas LGBT+ en todo el mundo.
Desde nuestra creación en 1990, OutRight ha sido una orgullosa organización para personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales, queers y feministas, luchando por la igualdad de género para todas las mujeres y personas LGBT+. La desigualdad de género nos afecta a cada uno de nosotres al imponer las posibles normas de una sociedad binaria con roles particulares para hombres y mujeres, lo que afecta particularmente a las personas LGBT+ que no encajan en las estrechas definiciones asignadas.
En el centro del movimiento de igualdad de género se encuentra el rechazo de la definición de género como la suma de las partes de nuestro cuerpo, en lugar de reconocer el género como una experiencia personal afectada por las fuerzas sociales, económicas y culturales.
En los últimos años, los movimientos fundamentalistas, “anti-género”, han aumentado en fuerza y número en todo el mundo. A menudo alineados entre las fuerzas extremistas y populistas religiosas, utilizan el lenguaje de los derechos humanos (argumentos a favor de la libertad religiosa, la elección individual o la moral) para restringir la salud sexual y reproductiva, los derechos y la educación; prohibir el derecho al aborto; oponerse a la aceptación de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales; y crear una nueva definición de género basada en el determinismo biológico.
Desafortunadamente, este artículo es parte de una nueva tendencia: el movimiento anti-género ha desarrollado una nueva área que proviene de la comunidad LGBT+. Estos grupos se alinean confusamente con estas fuerzas anti-género. Manipulan el lenguaje aparentemente feminista para abogar por la exclusión de las personas transgénero, uno de los grupos más marginados de la sociedad, y contra los fundamentos mismos del feminismo al afirmar que nuestro género está definido por nuestros cuerpos.
Mientras leía el artículo de Wild, no pude evitar hacer paralelismos con la administración de Trump en los Estados Unidos.
¿Recuerdan el artículo del New York Times del año pasado, “La palabra transgénero podría dejar de existir bajo la administración de Trump”? El Times informó que la administración Trump estaba planeando definir el género como una condición biológica inmutable, determinada por los genitales al nacer. El argumento de Wild es casi idéntico.
Ella utiliza el mismo lenguaje, exacerbando el miedo, la marginación y el odio a los que ya se enfrentan las mujeres trans.
Esto no es feminismo. Esto no es activismo lésbico. Se trata de un odio puro y constante, amortiguado por los derechos humanos y el lenguaje pseudofeminista. No hay lugar para ello en el movimiento LGBT+, pero encaja perfectamente con las fuerzas anti-género, populistas y de extrema derecha que lideran la cada vez más fuerte acusación contra el derecho a la existencia de las personas trans, intersexuales, lesbianas, gays y bisexuales.
No tengo palabras para describir lo triste y alarmade que estoy al ver a un grupo de nuestra propia comunidad trabajando para dañar nuestro hermoso movimiento al alinearse con las mismas fuerzas que buscan borrar nuestra existencia.
Cada individuo tiene una experiencia diferente de su orientación sexual, identidad de género y expresión. Y esa variedad es maravillosa. Se suma a la diversidad de la comunidad LGBT+ y de la sociedad en su conjunto.
Las personas trans existen, así como existen las personas cisgénero, lesbianas, gays, bisexuales e intersexuales, y ningune de nosotres será eliminado por el gobierno de Trump, por la Santa Sede o por la nueva sección de derecha.
Wild sin duda alguna no está hablando en mi nombre.
Traducción: Camila Mella.