Hoy se votará en la Cámara de Diputados/as de Uruguay la ley integral para personas trans, luego de que el miércoles recién pasado el Senado aprobara la iniciativa. La norma incluirá reparación y beneficios para una población históricamente excluida por su identidad de género.
Desde OTD Chile, el coordinador del área de legislación y políticas públicas, Franco Fuica, valoró la iniciativa que viene a reforzar el avance de la comunidad trans latinoamericana tan golpeada y estigmatizada. “Con esta Ley Uruguay está dando un ejemplo de lo que debe hacer una ley de identidad de género. En términos de responsabilidad social nacional deja a la cabeza a este país, haciéndose cargo de la vulneración que hemos vivido todas las comunidades trans. Felicito a las organizaciones y activistas que han impulsado el proyecto tan necesario para nuestro contexto latinoamericano”.
La ley uruguaya, que da cabida al reconocimiento de las identidades no binarias (masculinas y femeninas), no tendrá límites de edad y permitirá que la variable “identidad de género” sea consultada en todas las estadísticas del Estado.
Para les adultes el cambio de nombre y sexo registral será vía administrativa, mientras que niñes y adolescentes será judicial, con la autorización de sus padres, aunque de no tenerla podrán recurrir a otras leyes que consideran su interés superior.
Las personas transgénero nacidas antes del 31 de diciembre de 1975, que acrediten un menoscabo relacionado con su identidad de género, recibirán una pensión reparatoria. A eso se suma que podrán acceder al 1% de los empleos ofrecidos por reparticiones del Gobierno y del Estado, el mismo porcentaje deberá asegurar el organismo a cargo de promover la capacitación y calificación laboral.
En materia de educación, los organismos competentes deberán tener acciones concretas tendientes a apoyar su permanencia en el sistema educativo, quedando establecido que al menos el 2% de las becas sea para personas transgénero.
La ley contempla la prohibición de una discriminación arbitraria en el acceso a la salud, la vivienda y la cultura. “Toda persona trans tiene derecho a la calidad integral de la atención para adecuar su cuerpo a su identidad de género”, indica, que en el caso de les menores de 18 años será con la autorización de les padres y madres.