La resolución de la 48 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), realizada en junio de este año, en su capítulo sobre “Derechos humanos y prevención de la discriminación y la violencia contra las personas LGBTI”, instó a los Estados miembros a que “aseguren una protección adecuada” a les defensores de derechos humanos, que trabajan en temas relacionados con actos de violencia, discriminación y violaciones contra personas LGBTI.
Llamó a condenar la discriminación y actos de violencia por motivos de orientación sexual, identidad o expresión de género. También instó a los países participantes a que sigan fortaleciendo sus instituciones y políticas públicas para proteger a personas víctimas de violencia y discriminación, asegurándoles el acceso igualitario a la justicia.
También propusieron que adopten medidas para eliminar las barreras que enfrentan las personas LGBTI para tener participación política y acceder a otros ámbitos de la vida pública. Además de recoger la necesidad de producir y recopilar información sobre violencia y discriminación hacia este grupo de personas para contribuir a la elaboración de políticas públicas efectivas.
El punto seis de la declaración instó especialmente a que los Estados protejan a la población intersex mediante políticas que aseguren prácticas médicas con estándares de derechos humanos. Por último, solicitó a la CIDH y la Secretaría General a que presten una atención particular a las actividades referentes a la protección y promoción de los derechos humanos de las personas LGBTI, incluida la preparación de estudios e informes regionales o temáticos, e instó a que a los Estados miembros apoyen sus trabajos en esta materia.