Shane Cienfuegos, persona trans no binaria con una larga trayectoria de activismo por los derechos de las disidencias sexuales en Chile, es la primera persona mayor de edad en el país en recibir una cédula de identidad de género no binario. El carnet contará con un marcador “X” en vez de los denominales M de maculino o F de femenino, esto luego de que el Tribunal de Primera Instancia se negara, siendo la Corte de Apelaciones de Santiago la que revocó dicha sentencia en todas sus partes y procedió al reconocimiento de la identidad de género de Shane, dando la indicación al Registro Civil de realizar el cambio.
La entrega se llevó a cabo este viernes 14 de octubre, en una de las oficinas del Registro Civil ubicada en Santiago. Sin duda este acontecimiento es de carácter histórico para la comunidad trans y no binaria de nuestro país y significa un avance en el reconocimiento de otras identidades de género, que van más allá de la binariedad masculino/femenino u hombre/mujer.
Al respecto de este hito, Shane afirma que el proceso para recibir este reconocimiento de su identidad de género por el Estado chileno se ha extendido por más de ocho años.
¿Cómo describirías el proceso que tuvieron que atravesar para obtener el reconocimiento de tu identidad de género en tu cédula de identidad?
Shane: Fue un proceso que ha sido de constante experimentación considerando qué, cuando tome la decisión de hacerme el cambio de nombre y sexo registral tenía 21 años (2014), en aquel entonces no existía ley de identidad de género, todo era vía judicial, en donde se te exigían peritajes sexológicos y psiquiátricos obligatorios, en donde por lo demás, ningún proceso te llevaba a una tercera casilla de género, eso se veía como algo imposible.
Era una época de nula información por parte del aparataje del Estado y la poca que había era muy patologizante, por ende une tenía que buscar en canales no oficiales. Recuerdo, que cuando buscaba información sobre la palabra transexual o travestí (no se hablaba de la palabra trans en esos tiempos) en internet, lo único que aparecía en los resultados era pornografía en donde siempre aparecíamos en la categoría fetiches bajo la descripción crossdresser y Shemale.
También, con mucha pena recuerdo que, si bien me reconocía entre pares en aquellos tiempos, las mismas compañeras trans me aislaban por no ser “completamente femenina”, o sea una NBfobia/odio tanto a la externa de los movimientos LGBT (la sociedad) como a la interna (movimientos trans/travestis), era estar y sentirse muy sole, sentirse rara dentro de la rareza. Fue aquí donde comencé a utilizar el bello facial (barba y bigote) de manera intencionada con el objetivo de decir políticamente: No me interesa reproducir su orden social.
Fue así como decidí hacer el cambio de nombre en el carnet, creo que la primera protesta que hice en el registro civil en la comuna de el Bosque fue firmar “Gender Queer/género bizarro” para mi cédula de identidad, al mismo tiempo que decidí desistir de la feminidad como única categoría posible de habitar la cuerpa. Fue recién en el 2016 que gane el juicio gracias el apoyo de la corporación judicial del municipio de el bosque (tras varias peleas previas), las cuales aparecieron en el reportaje el orgullo del género elaborado por la periodista Marta Escalona (2017) en TVN en donde Marta me dice al final de la entrevista: “Este nombre no te va a cambiar el sexo en el carnet” en donde respondo “No, en el futuro la demanda que quiero realizar es cambiar es sexo en el carnet con genero neutro”
Fue en el año 2019 que apareció en mi vida Lorena Lorca, quien resultó ser la directora de la clínica jurídica de la universidad de Chile y que tras varios diálogos (muy técnicos), logramos converger en algunas estrategias legales para hacer la argumentación del caso. El primer paso fue acudir al registro civil el 13 de febrero del 2020 para solicitar a través de la ley 21.120 (ley de identidad de género) la rectificación de mi cédula de identidad con casilla No Binaria, la cual fue negada y que el documento que emanó de este proceso fue parte de la evidencia de que se me niega la posibilidad de hacer efectivo el derecho a la identidad de género. Por lo que se decide demandar al Estado en donde empleamos evidencia contundente tales como la primera ficha de salud no binaria en Chile; mi participación en la conformación de Colectivos Neutres; Ponencias nacionales e internacionales sobre los derechos de las personas no binarias en América Latina y Países del Caribe; mi libro A través delCistema – Memorias y reflexiones de una travesti Chica (Catalonia); performance en donde se aborda los no binarismos; haber desarrollado docencia en derechos humanos y estudios de género en los CFG de la Universidad de Chile, entre otras argumentaciones y evidencias bastante sólidas.
Cabe destacar que este proceso es un arduo trabajo colectivo de las disidencias sexuales, las organizaciones civiles, y aliades de la academia quienes han aportado su granito de arena para hacer posible esta Cédula de identidad No Binaria.
La abogada Lorena Lorca, quien representó a Shane durante todo el proceso legal, asegura que está en desacuerdo con que este tema se deba judicializar, pues cree que en Chile debería haber una ley que reconozca la identidad de género de cada persona, según como se identifique, además afirma que está llevando más de 60 casos más, de los cuales 7 ya han sido aprobados para la rectificación de la cédula de identidad.
¿Qué piensas de que actualmente, las personas no binarias tengan que atravesar un proceso judicial para posiblemente ver reflejada su identidad de género en su carnet?
Shane: Considero que recurrir a un proceso judicial para obtener reconocimiento de la identidad de género en la cédula de identidad es una vulneración a los derechos fundamentales. Chile es un país que en más de una ocasión se ha declarado progresista en estas materias y que cuando se visibilizan estos casos, queda en evidencia que tal progreso no es más que el esfuerzo de la sociedad civil por avanzar en post de los derechos humanos y que el Estado está muy por detrás en los avances culturales que dice promover.
Que el Estado no te reconozca, significa que ningún sistema de protección social te abordará porque no existes, o sea estamos hablando de una orfandad Estatal que legitima la vulneración de derechos en una población que se ha hecho presente en múltiples ocasiones en los procesos de participación ciudadana y que ningún gobierno ha hecho una acción (más haya de promesas) tangible para resolver o por lo menos subsanar para que la brecha de desigualdades sociales entre personas adaptadas al género impuesto (mi forma de entender lo cis) y personas Trans y No binarias disminuya”.
A pesar de que esto es un avance en el reconocimiento de identidades de género aún queda mucho por avanzar, actualmente ninguna política pública del Estado Chileno considera a las personas no binarias, tampoco el actual sistema de pensiones. La Directora de la Clínica Jurídica asegura que queda un largo camino aún por recorrer, “Si aún queda mucho por avanzar en el reconocimiento de una mujer trans o un hombre trans, imaginate una persona no binaria, no reconocida en la actual ley de identidad de género”.
El carnet no binario es solo la punta de lanza de todo lo que se viene en cuanto a reformulación de Políticas Publicas y Políticas Sociales se trata, una idea que estoy barajando es demandar al Estado para que este incorpore a las personas no Binarias en los Censos y en todas las plataformas electrónicas existentes y futuras, como también demandar por reparación por todos los daños sufridos tras la inacción Estatal.
Hoy me pregunto, ¿cómo persona Trans no binaria podré acceder a beneficios sociales? ¿podré postular a vivienda? ¿cuál será mi puntaje en el registro social de hogares? ¿tendré reparación por toda la violencia estructural sufrida y que sufriré por no estar en el CIStema? ¿podré comprar bonos en Fonasa si mi género no aparece en la plataforma? Estas y muchas preguntas no tienen respuesta, pero tengo la convicción clara de que unides todes llegaremos a tener muchas de las respuestas”.