Sesión 41ra del Consejo de Derechos Humanos
En todo el mundo, millones de personas se enfrentan a violaciones y abusos de sus derechos humanos con base en su orientación sexual o identidad de género (OSIG) real o percibida. Estos abusos incluyen: asesinatos y ejecuciones extrajudiciales; tortura, violación y violencia sexual; desaparición y desplazamiento forzado; criminalización, detenciones arbitrarias; amenazas y extorsión; violencia policial y hostigamiento; intimidación; estigmatización; discursos de odio; negación de la identidad de género autopercibida; tratamiento médico forzado y/o esterilización forzada; represión de sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión, religión o creencia; ataques y restricciones a personas defensoras de derechos humanos; denegación de servicios y obstaculización del acceso a la justicia; discriminación en todos los ámbitos de la vida, incluidos el empleo, la asistencia sanitaria, la vivienda, la educación y las tradiciones culturales; y otras formas múltiples y entrecruzadas de violencia y discriminación. Estas violaciones graves y generalizadas tienen lugar en situaciones de conflicto y de paz, son perpetradas por actores estatales y no estatales (incluidas las familias y comunidades de las víctimas) e impactan todas las esferas de la vida.
En 2016, este Consejo de Derechos Humanos tomó medidas definitivas para abordar sistemáticamente estos abusos, promover reformas positivas y compartir las buenas prácticas, a través de informes regulares, diálogo constructivo y participación, y creó une Experte independiente sobre protección contra la violencia y la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género.
Este Consejo consideró que el mandato era una herramienta esencial para responder al vasto cuerpo de evidencia sobre violencia y discriminación en todas las regiones y siguiendo las recomendaciones del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas, incluidos los Órganos de Tratados, el Consejo de Derechos Humanos, sus Procedimientos Especiales y el Examen Periódico Universal (EPU), y los hallazgos de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, y muchos otros.
Los dos titulares del mandato han examinado estos temas con mayor profundidad a través de informes, visitas a países, comunicaciones y declaraciones emitidas en los últimos tres años. Han identificado las causas fundamentales y han abordado la violencia y la discriminación que enfrentan grupos específicos, incluidas las personas lesbianas, bisexuales, trans y de género diverso.
El mandato también ha dado la bienvenida al progreso y ha identificado buenas prácticas de todas las regiones del mundo, incluidas la despenalización, el reconocimiento legal de la identidad de género, las leyes contra la discriminación y las leyes de crímenes de odio basados en la OSIG. Mientras tanto, ha continuado entablando un diálogo constructivo y ayudando a los Estados a implementar y cumplir con el derecho internacional de los derechos humanos, así como colaborar con los mecanismos, agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas y otros organismos en los sistemas internacionales y regionales.
Para las personas de orientaciones sexuales e identidades de género diversas a nivel mundial, este mecanismo y su trabajo han sido una luz de esperanza para que la violencia y la discriminación no sean ignoradas y desde el año 2016, se han logrado avances en muchas áreas en todas las regiones, incluso en países que han despenalizado los actos sexuales consensuales entre personas adultas del mismo sexo, han reconocido legalmente la identidad de género autopercibida y han promulgado leyes contra la discriminación y delitos de odio haciendo referencia explícita a la OSIG.
A pesar de estos avances positivos, hasta el día de hoy, 69 países aún criminalizan los actos sexuales consensuales entre personas adultas del mismo sexo, siete con la pena de muerte. En la última década, se informaron alarmantemente 3.000 asesinatos de personas trans y de género diverso en 72 países. Las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans y de género diverso en todas partes se enfrentan diariamente a discriminación y violencia.
La decisión de los miembros del Consejo de renovar este mandato enviaría un mensaje claro de que la violencia y la discriminación contra personas de orientaciones sexuales e identidades de género diversas no pueden ser toleradas. Reafirmaría que se necesita una atención específica, sostenida y sistemática para abordar estas violaciones de derechos humanos y para garantizar que las personas LGBT puedan vivir una vida digna.
Las 1316 ONG´s de 174 países de todo el mundo instamos a este Consejo a garantizar que continuemos construyendo un mundo donde todes puedan vivir libres de violencia y discriminación. Para permitir que este trabajo importante e inacabado continúe, les instamos a renovar el mandato de le Experte Independiente sobre violencia y discriminación sobre la base de la orientación sexual y la identidad de género.