En las recientes semanas hemos sido testigues y protagonistas de una arremetida de grupos conservadores, anti derechos y trans excluyentes, que mediante la desinformación, han instalado el pánico social e incidido para eliminar los incipientes programas establecidos para el acompañamiento de NNA Trans por parte del Estado como garante del derecho a la vida, y por consiguiente del derecho a la salud de grupos de especial protección en razón de la vulnerabilidad en que se encuentran, como lo es la comunidad transgénero y/o de género no conforme.
Es en este contexto, en el que particularmente las infancias trans se ven enfrentadas a la violencia descarnada de grupos que pretenden invalidar y hacer desaparecer sus identidades, que los colegios profesionales deben alzar la voz desde su expertise y conocimientos en la práctica de su profesión para con nuestras comunidades, no tan solo para informar correctamente del funcionamiento de dichas políticas, sino que también por la responsabilidad social y política que cumplen en una sociedad determinada, en la ejecución de una ciencia social como la psicología.
Frente a los hechos ampliamente divulgados por los medios de comunicación, es profundamente lamentable y alarmante, que el colegio de psicólogos y psicólogas de Chile, a la fecha, no se haya pronunciado sobre la importancia del acompañamiento psicosocial de las personas trans, en todas sus etapas vitales, tanto para el desarrollo integral de la persona, como para hacer frente a la violencia y discriminación que nos toca vivir a diario.
En este contexto tan delicado, en el que los grupos anti derechos quieren dar un paso más para la eliminación de normas y políticas públicas sintonizadas con los Derechos Humanos, es en el que se cuestiona el acompañamiento en salud mental que hacen tantes profesionales de la psicología y que tantas vidas ha logrado salvar, y que, en consecuencia, requiere un urgente pronunciamiento por la entidad que se supone, existe para proteger el libre ejercicio de la profesión, alejada de cualquier presión social y política obediente a un contexto determinado.
En el actual contexto en el que nos encontramos, conmemorando el mes del orgullo de las diversidades sexo genéricas en todo el mundo, y donde todas las administraciones de todos los colegios profesionales están dando su apoyo para resguardar los derechos de la comunidad LGBTIQ+, y especificamente los derechos de las personas trans, emplazamos al colegio de psicólogos, a que en el más breve plazo posible, manifieste su compromiso con los DDHH y con el trabajo profesional que hacen tantas personas para salvar nuestras vidas, y a no seguir guardando un silencio cómplice que termina por legitimar el actuar de estos grupos, y a largo plazo, reflejará su eventual responsabilidad por no haber protegido las vidas y la salud de uno de los grupos humanos más vulnerables de nuestra sociedad: La niñez y adolescencia trans.