Organizando Trans Diversidades (OTD Chile) lleva 3 años ayudando a que las personas trans puedan tener una vida mejor. Visibilizarles ha sido uno de los mayores desafíos, además de orientar el tránsito de género como una experiencia llena de posibilidades. No existen ni malos, ni buenos tránsitos, existes tú misme.
¿Cómo es ser trans en Chile? ¿Es posible cambiar de nombre y sexo? ¿Tenemos derecho a expresar el género que sentimos? Son algunas de las dudas que responden activistas trans que trabajan día a día para que todes puedan vivir cómo son.
Vida en tránsito
Saltar al abismo, destrozar todo lo que se sabía de elles y mostrar que en la vida nunca es tarde para cambiar y ser quién eres. Las historias de Luka y Feño son parecidas porque ambes no sabían nombrar su identidad hasta que conocieron a otres trans y todas sus preguntas comenzaron a tener respuestas.
Luka tiene 29 años y es profesore de inglés. Hoy está cesante, cansade de que le llamaran miss y de decir que los niños jugaran con la ball y las niñas con la doll. Vía twitter comenzó a contactarse con otres chiques trans que le dieron nombre a su identidad. Antes se presentaba como lesbiana.
“Descubrí que existían transmasculinos en el mundo, empecé a ver videos en YouTube de sus transiciones y me ponía a llorar, decía esto es lo que he sentido siempre, tiene un nombre, tiene una explicación”, comenta.
Ésa era la explicación para que cuando niñe quisiera llamarse Max, prefiriera juntarse con sus vecinos y se comprara ropa en la sección de varones. Luka nació en un espacio donde nunca faltó nada material, que le llevó a estar en cuántos psicólogos y psiquiatras sus padres dispusieran, pero ni así soportaba su vida y tuvo tres intentos de suicidio. Según el estudio sobre personas Trans, Encuesta-T, patrocinado por OTD, más de la mitad de las personas trans han intentado suicidarse alguna vez.
“No sabía la causa, pero nunca me sentí conforme conmigo mismo. Me decían tienes todo para ser feliz, pero para mí algo no calzaba. Nunca me faltó comida, techo, nada, pero no lograba ser yo y estar conforme en la vida”, recuerda.
Hoy lleva más de dos meses de hormonación con testosterona. En mayo de 2017 le contó a su familia y reconoce que ha sido el año más feliz de su vida. A pesar de la resistencia de su padre, su madre se ha transformado en una aliada. “El día que le dije que era trans inmediatamente me preguntó cómo quieres que te llame. Le traté de explicar que nunca he sido mujer y ahí algo en su cabeza hizo clic. Ella tiene primos gays y vio como fueron rechazados, entonces pensó no quiere eso para ti y apañó al tiro. Nuestra relación empezó a mejorar mucho, quiere recuperar el tiempo perdido y pedir perdón por no haberlo visto antes”.
Algo parecido le pasó a Feño con su madre, quien a pesar de ser resistente en un comienzo al tránsito de su hije, le instó a vivir su identidad y a ser valiente para asumir su vida. Pasó de Fernanda a Fernando luego de haber terminado el colegio. Su padre había muerto el año anterior y, a pesar del bulling que sufrió mientras era estudiante, siguió con una carrera profesional.
“Lo malo fue que empecé tan rápido –el tránsito- que cuando llegué a Los Leones –Instituto Profesional- había gente que me conocía de antes. Decían que era una camiona amachá y yo estaba tan poco empoderade que me hundí. Andaba sole todo el día, era un bicho raro, nadie quería hacer los trabajos conmigo”, cuenta.
No terminó la carrera, pero, a pesar de las dificultades para asumir su tránsito, no se detuvo. Hoy tiene 26 años, se hizo la mastectomía gracias a un cirujano plástico que le ayudó a conseguir la operación más barata y se hormona con testosterona. “Nunca dudé de operarme, dudé de inyectarme testosterona porque todas las personalidades masculinas de mi vida fueron unos malditos, tenía miedo de volverme un mal hombre”. Sin embargo, hoy Feño es un ser luminoso para la organización, participa en cuánto taller o charla puede, y transmite el orgullo trans que se vive en OTD donde asegura “me encontré a mí mismo”.
Ése sí mismo es un ser pequeño y delgado que estudia comunicación audiovisual y trabaja en lo que venga para subsistir. Lleva dos años de tránsito físico, en los que asegura ha aprendido a combinar su lado femenino y masculino, pero sobre todo a hacerse valer. ”Si tú no tienes consciencia de quién eres, te guste lo que te guste, cualquiera puede andar por ahí pisoteándote. Además, nunca es tarde, porque el tránsito no es algo que tiene principio y fin”.
Sin embargo la lucha trans, aún invisibilizada para muchas personas, no da tregua. “Cuántos chiques trans están soles, sé que es una lucha que ya gané, pero ahora tengo la misión y el deber de hacer que otros también ganen”, recalca Feño.
En el caso de las personas transgénero que se identifican como “no binarias”, el desconocimiento sobre su existencia es mucho mayor como explica Michel Riquelme, persona trans no binaria y actual presidente de OTD Chile. “Vivimos en una cultura que sólo cree que pueden existir hombres con pene y mujeres con vagina, cualquier cosa que se escape de ese binario es atacada y rechazada. Las personas trans que se acercan más a ese binario son vistas con mejores ojos por los médicos por ejemplo, que se inventaron la disforia de género para explicar la existencia de personas transgénero. Siempre digo que no tengo disforia de género, ni creo que exista. El malestar y problemas de las personas trans, se explican por otros motivos que se acercan más al modelo del estrés de minorías. Me ubico en lo no binario, ni hombre ni mujer, para evidenciar que si se puede vivir fuera de las clasificaciones típicas. El día que lo no binario también se estandarice, me moveré a otro lugar posible y así. La idea es moverse, que no te atrapen.”
Familia en tránsito
Armando, un diseñador cisgénero (persona que si se identifica con el género asignado al nacer) nunca pensó en volverse activista por los derechos de las personas trans. La deconstrucción vino cuando su hija compartió su identidad trans y tuvieron, junto a su compañera, que informarse de quiénes son les trans.
“Cuando cumplió 13 años ella se acercó y habló con la mamá, su planteamiento fue no me siento niño, me siento más niña que niño. Al otro día habló conmigo, la abracé y le dije que ella era mi hija, que siempre iba a ser su papá, pero yo no entendía nada”. Dos semanas después estaban buscando asesoría en OTD y, hasta hoy, no paran de aprender.
Su hija siempre manifestó rasgos femeninos que en un comienzo a él le hacían ruido. “Era un niño que tenía hartas manifestaciones femeninas, se miraba mucho al espejo, le gustaban los pelos largos. Como a los 4 años dijo que se llamaba Loreto, entonces como veía la resistencia de los demás comenzó a llamarse criatura”.
10 años después esta criatura, terapia psicológica de por medio, le mostró a la familia quienes son las personas trans y qué se podía hacer. Habló de inhibidores hormonales, incluso de operaciones que se hacían en Asia. Desde ése momento comenzaron a quedar atrás los dramas del corte de pelo y de la ropa femenina, los últimos bastiones de identidad que desde niñe se resistió a dejar. “Habían cosas con las que tenía una porfía exagerada, yo ahora me doy cuenta de que ella estaba afirmando los poquísimos elementos de identidad que podía, como el pelo, porque en lo demás estaba invadida”.
Así comenzó el tránsito de la familia, Armando y su esposa se convirtieron en activistas, sus hermanos apoyaron en todo y ella comenzó a transitar poco a poco en el colegio, una de las situaciones más complejas para les niñes trans.
¿Qué hacer? “Escuchar, es donde nos caemos todos. Ahora para mi es fácil decirlo, pero en ése momento quizá dije si está hasta yendo a la psicóloga, no sé. Además, algo muy importante es superar tu propia transfobia”.
La transfobia es una expresión de odio instalada en las personas y las instituciones que no da cabida a la diversidad de identidades de género que existen y han existido siempre. Esa barrera, que no ha permitido avanzar en reconocimiento y derechos, ha sido la que han intentado romper organizaciones como OTD Chile, quienes han creado un sistema único en Chile de asesoría a personas trans.
Orientar el tránsito
Leonel Catoni es un chico trans que trabaja como consejere y encargade de salud de la organización. Es estudiante de psicología y guía, junto a su compañera Constanza De La Cerda, a personas que quieran iniciar un tránsito de género. La consejería, que se realizan con la coordinación de una psicóloga, presta orientación médica y legal gratuitamente a quienes la soliciten. Les adultes pueden ir solos o en pareja, mientras que les niñes y adolescentes deben asistir con sus padres o tutores.
“Por lo general las personas llegan en el primer momento del tránsito. Te preguntan cómo continuar una vez que ya se identificaron como trans”, cuenta Leonel. En total son 6 sesiones semanales, que intentan dividirse con Constanza de acuerdo a la expresión de cada usuarie, él con los transmasculinos, ella con las transfemeninas, ambes con les trans no binaries (ni varón, ni mujer).
La orientación a les niñes suele ser un proceso complicado, sobre todo por el tratamiento especial para les padres. “Hay mucha posibilidad de que llegue un papá o mamá que lo único que quiere es que digas que le hije no es trans, a pesar de que la identidad trans es algo que se forma, como cualquier identidad de género, desde la niñez”.
La consejería de les niñes trans comienza socializando cómo está en el colegio, si conocen la Circular de Educación Nº 0768 que les permite usar el uniforme y el baño preparados a su expresión de género, junto con guiar hacia establecimientos que están más preparadas para recibirles. A les padres se les orienta sobre el uso del nombre social, algo que para Leonel es fundamental. “Cuando eres niñe te empodera mucho porque tu grupo primario está reconociendo tú identidad. Entonces si te hacen bulling en el colegio, no es tan conflictivo como si nadie te reconociera”.
Las terapias hormonales son más complejas, tanto por el conservadurismo, como por el costo, a pesar de que cuando elles llegan a consejería se ve un empoderamiento especial. “Ven videos de YouTube y vienen con referencias, para elles es súper importante ver a personas trans que participan en la organización”.
Para les adultes el tránsito suele estar muy limitado por el contexto en el que viven. “En el trabajo es muy problemático no tener un carnet o en el caso de las chicas trans, por la crianza patriarcal, muchas han llegado a un puesto de poder a los que después tienen que renunciar, bajan de estatus cruelmente y ya no son el tipo bakan, sino que son el maricón”. Por eso, a pesar de que llegan más segures de su vivencia trans, modificar las condiciones económicas y sociales suele ser lo más complejo.
“Es un paso tremendo venir para acá, nunca me ha tocado una persona cis que venga a una consejería”, comenta. Su consejo para todes quienes están pensando en transitar es que a él le sirvió mucho vincularse con una comunidad, tanto por el empoderamiento que significa sentirse parte de un grupo, como para no normativizar el tránsito.
La importancia del trabajo comunitario que hace OTD Chile es clave. Puedes tener tu carnet, tus cirugías, tus hormonas y aún así seguir sintiéndote sole y extrañe en un mundo cisgénero. Es por esto que la organización tiene actividades comunitarias permanentes todo el año abiertas a personas trans de todas las identidades de género y edades. Una de las actividades más destacadas es Transfest, el primer festival de música y arte organizado por personas trans que luchan contra la patologización de sus vivencias.
Transfobia legal
La situación legal de las personas trans es otra parte compleja, no sólo no existe un reconocimiento no patologizante (se hace un diagnóstico médico de disforia de género), sino que dependen de les jueces para poder modificar su nombre y sexo.
El cambio de sexo se hace cuando el nombre no corresponda con el sexo asignado. Trámite al que pueden acceder todas las personas que no tengan condena por pena aflictiva, más de 3 años y un día, a menos que hayan pasado 10 años de su cumplimiento.
Para orientar el trabajo de les jueces, existe un informe, tramitado por el Registro Civil, que se emite para comprobar que la persona está apta para acceder a ese derecho. En el se indica que la persona es trans, se adjuntan certificados psicológicos o psiquiátricos y si hay un tratamiento hormonal o alguna operación. Esto último lo comprueba en Servicio Médico Legal (SML).
“En la mayoría de los casos dice que se necesita un cuerpo de mujer o un cuerpo de hombre y es ahí donde te mandan al SML para un examen sexológico (circular 1297, año 2012). En éste te desnudas y te fotografían, comprueban si tienes senos o no, incluso, antes de la circular, había exámenes anales. También, en algunos casos hay exámenes psicológicos, que no están regulados, y pueden preguntar lo que sea, como si ha sido violada, cómo fue su infancia, cosas absurdas. Luego con éste informe, que es público, el juez decide. Si se rechaza la solicitud hay que recurrir a la corte de apelaciones”, cuenta la asesora jurídica de OTD Chile, Constanza Valdés.
La revisión de los cuerpos trans en el servicio médico es un procedimiento común. Hay muches que viven con un nombre y sexo no coincidentes, lo que implica que en ningún documento público se reconoce la identidad. “Donde tengas que presentar tú cédula hay un recordatorio de que ésa no es tu identidad, eso impacta, por ejemplo, en el acceso a la educación, la salud, el trabajo, la vivienda”, indica Constanza.
En un país en que piden la cédula hasta en las farmacias es un tema importante. “En Chile hay un fetichismo por lo formal, en donde si no tienes tu identificación no eres nadie”, comenta. Como hoy no existe una Ley de Identidad de Género (LIG), una persona trans que quiera cambiar su nombre debe divorciarse si está casade. Parte de esto se acabaría si se aprueba, como está, el proyecto que lleva más de 4 años y medio en el Congreso.
Constanza apela a un tratamiento judicial no patologizante de identidades, pero comprende que otres no puedan acceder a éste con un enfoque de derechos. Afirma que, por lo general, les abogades desconocen quiénes son las personas trans y espera que en algún momento se reivindique la expresión de género, que es lo que finalmente siempre trae los problemas.
Situaciones que se han ido canalizando y resolviendo gracias al trabajo de organizaciones como OTD Chile, quienes trabajan para y, casi exclusivamente, con personas trans. Con un modelo de trabajo comunitario, mezclado con activismo, hoy la mayor lucha está en lograr una Ley que responda a las necesidades de la comunidad.
Cristina Soto Quiroz, Periodista