En octubre de 2016 la paciente trans Constanza Andrea De la Cerda, usuaria del Hospital San Borja Arriarán, fue víctima de malos tratos y requisitos abusivos por parte del urólogo Mauricio Salas. “Empezó a pedirme un certificado psiquiátrico para atenderme y que el día de la operación tenía que llevárselo, fue un trato denigrante, me sentí por primera vez como enferma”, cuenta.
En ese momento escribió un reclamo en la OIRS del centro hospitalario en el que se deja constancia de que el médico realizó cuestionamientos a su identidad y expresión de género, además de preguntas sobre su vida personal que nada tenían que ver con el motivo de la consulta. Quedó por escrito en la ficha clínica la exigencia de un certificado psiquiátrico de disforia de género antes de continuar con la atención de salud.
Frente a la privación del derecho a la salud y el maltrato recibido, la asesora jurídica de OTD Chile, Constanza Valdés, manifestó que “es una vulneración al derecho a un trato digno que tienen todes les pacientes en el ámbito de las prestaciones de salud y en consecuencia en ningún caso se justifican los malos tratos ni las intromisiones arbitrarias a la vida privada. Por lo demás, la exigencia de certificados psiquiátricos para acceder a una prestación de salud constituye una discriminación en razón de la identidad de género de Constanza”.
El hospital se limitó a pedir disculpas, pero para la paciente eso no fue suficiente y cursó un segundo reclamo ante la Superintendencia de Salud en mayo de este año, el que aún no tiene respuesta. “Éste organismo ha fallado en darle una tramitación expedita a esta situación. En ese sentido, vemos que no existe interés de evitar que se vulneren nuevamente los derechos de las personas trans en situaciones similares. La ley, lamentablemente, exige que la Superintendencia emita una resolución expresa sobre el caso para seguir con el curso del caso”, explica Valdés.
Actualmente el reclamo permanece en la Superintendencia de Salud, la cual no ha emitido ninguna respuesta en más de 7 meses de espera. Constanza logró que la operación se realizara con éxito, gracias a que fue derivada a otro médico, pero ahora su objetivo es que se genere un protocolo de atención a personas trans no patologizante y que a nadie se le vuelva a cuestionar o negar el derecho a la salud por motivos de identidad y/o expresión de género.