Desde el 2008 el movimiento trans del mundo puso su mirada en la no patologización de las identidades trans. Con el eslogan “Stop Trans Patologización” desde Europa, les trans de América Latina comenzaron a cuestionarse la necesidad de presentar certificados psicológicos o psiquiátricos para acceder a su derecho a la salud, por ejemplo. Aunque el debate no está cerrado, ni dentro de la comunidad, ni con les médiques, la Ley de Identidad de Género en Chile estableció como principio la no patologización. ¿Qué significa esto? Nuestres activistas te lo explican.
El coordinador de legislación y políticas públicas de OTD Chile, Franco Fuica, indica que los cinco principios que sostienen la Ley nacieron en la administración del anterior gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, especialmente de parte del abogado Cristián Arancibia, que luego fueron trabajados por la ex asesora jurídica de la organización, Constanza Valdés. “Presentamos los principios en la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, ahí el diputado René Saffirio los tomó y consultó a la CIDH, quienes le entregaron una respuesta”.
“Lo que busca este principio es que ante cualquier situación, antes, durante o después de iniciar su tránsito de género, una persona trans no sea tratada como enferma, especialmente antes donde se da una especie de evaluación de la identidad”, dijo. Agregó además que este servirá para los juicios de les menores de 18 años. “En los juicios de cambio de nombre y sexo de personas menores de 18 y mayores de 14 años le juez debe tener a la vista esta consideración a la hora de solicitar peritajes eventuales para evaluar la salud mental de le adolescente”.
De todos modos esto se debe aplicar a cualquier situación donde una persona trans esté enfrentada a un cuestionamiento de su identidad. Para Michel Riquelme, coordinadore ejecutive de OTD, este principio protege el derecho humano de la identidad. “Se acaba con la antigua mala práctica que asume a priori que al ser trans eres una persona con un trastorno psiquiátrico o biológico, estableciendo un trato discriminatorio. Muches fuimos obligades por el Estado a someternos a exámenes médicos, psiquiátricos, psicológicos y sexológicos invasivos y completamente innecesarios. Esperamos que esto no se vuelva a repetir”.
Ser una persona transgénero no da derecho a ningún profesional o experto a tener que supervisar tu vivencia personal del género. Nadie puede decirte quién eres o cómo debes expresar tu identidad.