La comisión mixta de la Ley de Identidad de Género se reunió ayer nuevamente, después que el jueves pasado cerrara el plazo para presentar indicaciones. En total recibió 199 propuestas que vinieron desde el Gobierno y parlamentarios/as.
La discusión esta vez fue tensa, en primer lugar porque se quiso cambiar el título del proyecto original y pasar de “derecho de la identidad de género” al de “rectificación de la inscripción relativa al sexo y al nombre”. La propuesta presentada por el Gobierno fue desechada por los y las parlamentarias con 8 votos en contra y dos a favor.
Por otra parte, el primer artículo se conserva como se había aprobado en la Cámara de Diputados en enero y se suma a la redacción la propuesta del ejecutivo para robustecer el articulado. El trabajo de la comisión fue lento, especialmente por una indicación del diputado Diego Schalper que fue rechazada ampliamente.
El Gobierno, a través del Ministro de Justicia, Hernán Larraín, y la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren, tiene como objetivo llegar a consensos para que este proyecto sea ley y no se rechace en alguna de las cámaras. Sin embargo, el mayor problema hoy es la lentitud de la tramitación.
Para el presidente de OTD Chile, Franco Fuica, lo más preocupante ahora es el tiempo de discusión por el exceso de indicaciones. Actualmente la comisión se reúne sólo dos horas a la semana y 3 veces al mes. Esto sumado a que la comisión mixta no tiene un procedimiento claro a la hora de resolver, pues su fin es resolver discrepancias y se ha transformado en una instancia revisora del proyecto, dado que el Senado rechazó todo el texto de la Cámara de Diputades.
“Ayer la discusión fue muy lenta de manera intencionada, con el objetivo de ir alargando el proceso. Creo que es urgente tener una sesión de larga duración para avanzar más rápido y lograr tener una ley este primer semestre”, expresó el activista trans.