El endocrinólogo Enzo Devoto advierte sobre el uso de la testosterona para tratamientos de rejuvenecimiento. “No hay que pensar que es la hormona de la eterna juventud”, indicó a OTD Chile. Luego de que un diario de circulación nacional publicitara los efectos positivos de un chip que la libera progresivamente y que pueden usar varones y mujeres cisgénero.
Devoto es uno de los profesionales que más conoce del uso de hormonas en Chile, le preguntamos sobre este nuevo tratamiento que promete bajar de peso, tener más energía y deseo sexual, mejorar la piel y el pelo, así como aliviar los sofocos y el síndrome premenstrual, entre otros efectos.
El médico indica que efectivamente la testosterona, hormona que tienen varones y mujeres cisgénero, pero en distintos niveles, ayuda al desarrollo muscular, la sanidad ósea y tiene acciones cerebrales sobre el ánimo, entre otros efectos. Sin embargo, pensar que es una “varita mágica” es un error. Si bien puede resolver algunos problemas, saber cuando recetarla aún está en discusión.
“En el 2000 se llegó a un consenso entre varias sociedades científicas que reconocieron la existencia de deficiencia de andrógenos en la mujer cisgénero, donde por ejemplo la falta de deseo podría deberse a la falta de testosterona y que debería plantearse la utilidad de dosis fisiológicas”, indica.
Anteriormente ya se había usado para estabilizar cánceres de mama, prevenir fracturas por osteoporosis avanzada, así como aliviar síntomas del climaterio. Sin embargo, el uso de hormonas sintéticas en un comienzo produjo otras complicaciones, como cambios de voz, exceso de vellos, problemas en la piel, etc. Sumando también los problemas para medirla. “Los métodos de medición de testosterona son hechos para el hombre cisgénero. La mujer cisgénero tiene un valor tan chiquitito que cuesta pesquisar los valores reales y hasta hoy no se sabe cuál es el mínimo normal”, indica.
Con esto último, la dificultad para medir el déficit pone en cuestión cuándo se está con rangos normales o deficientes. “Ha costado llegar a medicamentos que sean seguros para alcanzar los rangos terapéuticos y que no nos pasemos a rangos nocivos”, indica Devoto.
El uso excesivo y sin control médico para, por ejemplo, desarrollar masa muscular ha evidenciado la falta de conocimiento sobre la pertinencia del tratamiento y su sustentabilidad en el tiempo, poniendo en la balanza los riesgos y la calidad de vida de le usuarie. “No porque alguien diga estoy cansado o más débil le vamos a dar testosterona”, sentencia. “Debe tenerse responsabilidad, dejando al margen a los que les importa el lucro y la industria comercial”.
El médico conoció este tipo de implantes en los años 70, sin embargo lo caro del procedimiento y los controles periódicos para no excederse, hacen que hoy las inyecciones sean lo más conveniente, así como el gel. Finalmente, hace un llamado a informarse y a realizarse controles periódicos a las personas que están en tratamiento de reemplazo hormonal.