El viernes pasado, día 5 de febrero, nos dejó una de las precursoras de la lucha trans no solo en Argentina, sino también en Latinoamérica.
“(…) Muchos son los triunfos que obtuvimos en estos años. Ahora es tiempo de resistir, de luchar por su continuidad. El tiempo de la revolución es ahora, porque a la cárcel no volvemos nunca más. Estoy convencida de que el motor de cambio es el amor. El amor que nos negaron es nuestro impulso para cambiar el mundo. Todos los golpes y el desprecio que sufrí, no se comparan con el amor infinito que me rodea en estos momentos. Furia Travesti Siempre. Un abrazo”. Última carta de Lohana Berkins.
Su ida no puede pasar desapercibida para nosotres, la que fue un referente por la legitimidad de todas las personas trans y travestis. Impulsora y gran referente del año 1994, cuando fundó y dirigió, la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT). Se convirtió en la primera travesti con un empleo en el Estado, siendo asesora de un legislador del Partido Comunista hasta el año 2002. En ese mismo año protagonizó un caso mediático que dio un giro a la situación trans en Argentina: se inscribió como profesora en el que fuera su colegio años atrás, intentando hacerlo (sin éxito) con su nombre. Tras denunciar en la Defensoría del Pueblo, consiguió algo inédito en el país, registrarse con su nombre social, logrando que respetaran su identidad de género.
Hay que destacar que fue una de las principales impulsoras de la Ley de Identidad de Género en Argentina y promotora de políticas públicas inclusivas. Todo ello con gran esfuerzo, consiguiendo la sanción de la primera ley de identidad de género en el año 2012, la más progresista del mundo, reconociendo y dando protección al derecho a la identidad de género. Se contó con el apoyo del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, creado en 2010, una agrupación de 15 organizaciones que hicieron fuerte presión para que la ley saliera adelante.
Desde el año 2013 Lohana ha sido la directora en la Oficina de Identidad de Género y Orientación Sexual, dependencia del Observatorio de Género en la Justicia en Buenos Aires.
Irrumpió con fuerza en la tradicional lucha de la comunidad gay-lésbica para trabajar en lo que habitualmente se había marginado, dar soporte a las personas trans, un grupo que hasta el momento ningún colectivo de minorías sexuales había exigido derechos.
Durante siglos, con fuerte impacto en los periodos dictatoriales latinoamericanos, las personas trans fueron fuertemente marginadas. Lohana logró dar visibilidad a casos de discriminación humana, en un entorno en el que históricamente las personas trans no habían tenido ni siquiera el reconocimiento de víctimas en casos de nítidos ataques a sus derechos básicos e integridad humana, siendo absolutamente discriminades.
En una década, Lohana logró materializar cambios en Argentina que habían sido impensables hasta el momento, no solo en temas de identidad de género, sino que su lucha se centró en otros muchos asuntos: feminismo, aborto,… y todos aquellos relacionados con la libertad individual. Sus cambios no solo fueron sociales, sino también políticos, presionando para que diferentes autoridades debatieran para incluir en su agenda la defensa de la dignidad humana en todas sus facetas. También, hay que destacar que su trabajo no se centró únicamente en Argentina, sino que su presión se hizo presente en todo el continente.
Uno de los legados más importantes que nos deja Lohana, es la importancia transformadora que tiene a nivel político reivindicar la lucha trans como una lucha feminista. Llevó al escenario público el enfrentamiento con los dispositivos de poder que imponen de forma dura y jerarquizada las categorías tradicionales de masculino-femenino y mujer-hombre, combatiendo la idea tradicional establecida de la producción de los cuerpos para ser adaptados a un orden social impuesto. A raíz de ahí, la lucha de Lohana se centró en defender los derechos de todas aquellas personas que no entran en la estructura binomial de los sexos. Se centró en la libertad, en ganar la guerra para que cada persona tenga poder de decisión sobre su propio cuerpo, eliminando la patologización de aquello que es diferente.
“En una sociedad que te obliga a definirte como hombre o como mujer, es más divertido decir: soy travesti. ¿Por qué tengo que elegir entre los dos géneros, como si estos géneros fueran la panacea del mundo, uno por opresor y la otra por oprimida?” Lohana Berkins.
Lohana nos deja grandes avances en los derechos de las mal llamadas “minorías sexuales” que siguen estando, socialmente invisibilizadas, quedando mucho por avanzar todavía. Por ello, Lohana siempre estará presente en todes nosotres, inspirándonos para continuar por el camino que ella inició y marcó, poniendo el cuerpo, literalmente para avanzar en materia de derechos e identidad de género en Latinoamérica. Sin duda, su marcha deja un gran vacío en todes nosotres, porque ha sido (y es), una gran lideresa que marcó un antes y un después por el reconocimiento de las personas Trans.
Nos deja un tremendo legado, no solo por su discurso político, sino por ser una excepcional persona y potencia política. No te olvidaremos nunca, hasta siempre, Furia Travesti Siempre.