Por Damian San Martin
Directorio OTD Chile
Una batahola de opiniones han surgido con la llegada del “Bus de la libertad”, creado por la fundación española CitizenGO. Con el Hashtag “#ConMisHijosNoSeMetan” y frases como, “En educación, ¡Biología, no ideología de género!”, el bus comenzó este lunes su recorrido por las calles de Santiago. La organización HazteOír, creada en el año 2001, lleva años trabajando en razón de la familia natural, aludiendo que el avance jurídico y legislativo para la comunidad LGBTI+ es en desmedro del orden natural de la vida.
¿Qué sería la familia natural? Llevo años tratando de entender dicho criterio. Soy un chico Trans y vengo de una familia conservadora y cristiana. Para la iglesia, la educación que mis padres me dieron fue la correcta, pero para mí y las cicatrices en mis brazos, los reiterados intentos de suicidio y recurrir a sustancias en la adolescencia, me dicen lo contrario. La falta de contención, comprensión y apoyo a ser quienes somos es nefasto. Llevo años leyendo opiniones de quienes quieren negar la realidad social, poseen una moralidad abstracta y conveniente sólo para un grupo selecto que considera que la construcción de la vida es y debe ser bajo los criterios de una ideología religiosa y no bajo las necesidades mismas de quienes habitamos la tierra. En mis 10 años de activista no he conocido a ninguna persona Trans que ande convenciendo que deben todos serlo, ni una persona lesbiana u homosexual diciéndoles a los demás a quién deben amar. Nosotros luchamos para no volver a ser castigados y expulsados de nuestras familias, de nuestros establecimientos educacionales, acceder a un trabajo digno, al derecho a la salud, luchamos para poder vivir en paz.
A nivel internacional, Chile ha suscrito y ratificado La Convención Americana sobre Derechos humanos, la Convención de Derechos del Niño y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y en el plano nacional, en el año 2012 se promulgó la Ley 20.609 contra la Discriminación. Lo anterior implica que Chile asumió un compromiso para evitar la discriminación y exclusión hacia la comunidad LGBTI+. Repudiamos que este bus circule por calles chilenas promoviendo un discurso de odio y transfobia.
No estamos levantando una ideología de género como los conservadores inventan, sino que buscamos un mundo sin crímenes de odio y sanar nuestras propias historias. El Bus de la Libertad, no busca el cuidado íntegro de las familias, sino una idea de cómo deben ser éstas, volviendo a normar e imponer pautas de comportamiento, de segregación y exclusión, justificando la tortura para volver a encauzar a las personas de identidad de género diferentes a la norma y a quienes se relacionen con personas del mismo sexo con consentimiento mutuo.
La Identidad de Género la vivimos desde temprana edad, siendo en la infancia donde podemos precisar quiénes somos. Teniendo el apoyo familiar podemos aspirar a una vida saludable, con acceso a la educación, y con valores que aportan a una sociedad inclusiva en contraposición a una educación familiar cerrada, conservadora, que repite patrones de violencia y odio que sólo logran aumentar las cifras de vulneración, intentos de suicidio y negación de Derechos.
Las personas trans queremos dejar claro que la libre circulación del bus no es libertad de expresión sino un libre paso para la incitación de odio en nuestros cuerpos, nuestras historias y nuestra realidad.