Con la aprobación por parte del Senado del proyecto de ley de identidad de
género, se pusieron en discusión los Derechos Humanos de las personas transgénero en diversos aspectos, desde el fundamental derecho a la identidad hasta si
niños, niñas y adolescentes tenían o no tal derecho. El balance general es positivo,
en el entendido que la mayoría de senadores/as votaron a favor de esta iniciativa legal aunque también salieron a relucir oposiciones basadas en prejuicios que
buscan restringir el derecho humano a la identidad y de paso obligar a exámenes
médicos contra la voluntad de las personas, desconociendo los Principios de Yogyakarta, eje primario desde donde el estado de Chile se comprometió a legislar los
temas de identidad de género y orientación sexual en 2009.